âEste sábado 12 de diciembre, nos encontramos en el bosquecito de San MartÃn y el Paseo de la Costa jóvenes y adultos, con la consigna de cuidar los escasos espacios públicos ante el avance indiscriminado de construcciones de torres, utilización de la costa para emprendimientos privados, cientos de excepciones corruptas al código de ordenamiento urbano y negociados que se realizan a espaldas de la población.
âPusimos nuestros carteles de denuncia, desplegamos nuestras banderas y comenzamos a hablar con la gente que estaba disfrutando del verde y de la sombra de los árboles que aún existen por la resistencia de los vecinos en aquellos recordados dÃas del 2010, donde a fuerza de acampe y resistencia se evitó la tala de los árboles plantados en homenaje a los caÃdos en Malvinas.
âPero esta tarde tuvo un condimento adicional, la militarización que existe en la costa ya no es noticia, los empleados municipales en las calles de acceso a la costa esperando la orden de comenzar a realizar cacheos ilegales tampoco, sà nos sorprendió que pasara una patrulla del municipio sacándonos fotos desde el vehÃculo y que luego se acercara una persona de seguridad del municipio tomando otras a nuestros carteles. Cuando se le preguntó porque estaba haciendo esto, nos contestó âyo no estoy de acuerdo, pero son órdenes de arribaâ. Estos hechos pueden tener dos lecturas:
â¿Será que Jorge Macri quiere conocernos para que colaboremos en revertir el estado de colapso ambiental y urbanÃstico en que está dejando a nuestro querido Vicente López?
O
â¿Será que el intendente busca tener los rostros de aquellos que nos oponemos a los avances del progreso del cemento con fines inconfesables?
âSi fuera lo primero, no lo dude que estaremos trabajando con usted, solo tendrÃa que llamarnos. No serÃan necesarias las fotos que sacaran sus fuerzas represivas.
âSi fuera lo segundo, le decimos que nosotros somos vecinos que ya fuimos brutalmente reprimidos por el intendente anterior y que continuamos levantando democráticamente nuestra voz. Que creemos en el diálogo y el buen vivir y que evaluando el proceder de sus funcionarios, no son las formas que usted ha elegido para la apropiación que está haciendo de los espacios públicos. Que si bien usted ganó las elecciones, no le da el derecho a intimidar a los vecinos que nos oponemos a sus polÃticas con este tipo de acciones.
âPor otra parte, durante todo el encuentro debimos soportar el uso indiscriminado de la costa pública. Una empresa privada instaló un poderoso equipo de sonido emitiendo música âmodernaâ tecno y extranjera a volúmenes, sin exagerar, propias de estadios de fútbol. Un lugar de esparcimiento y de relax para las familias convertido en un boliche bailable de dudoso buen gusto y una contaminación sonora que impacta a cualquier ser vivo.
âCuando estábamos concluyendo esta nota nos enteramos del brutal desalojo que sufrió el Centro de Arte Batalla Cultural el mismo sábado por la noche, con heridos y detenidos, patrulleros sin patente y policÃas sin identificación alguna.